miércoles, 31 de marzo de 2010

Fábula: Los hermanos




Un padre tenía un hijo y una hija, el hijo de muy buena apariencia, y ella de una
fealdad extraordinaria. Mientras ellos jugaban un día como niños, por casualidad se miraron juntos en un espejo que estaba colocado en la silla de su madre. El muchacho se congratuló de su buen parecer; pero la muchacha se puso enojada, y no podía aguantar las auto-alabanzas de su hermano, interpretando todo que él decía como cosas en contra de ella. (¿y cómo podría hacerlo de otra manera?) Ella corrió a donde su padre pidiendo que castigara a su hermano, y rencorosamente lo acusó de que como muchacho, hacía uso de una cualidad que pertenece sólo a muchachas. El padre los abrazó a ambos, y el otorgando sus besos y afecto imparcialmente a cada uno, dijo,
--Deseo que ambos se examinen ante el espejo cada día: tú, mi hijo, no debes estropear tu belleza con una mala conducta; y tú, mi hija, puedes compensar tu carencia de belleza con tus grandes virtudes.--

MORALEJA
Siempre debemos respetar las cualidades y defectos ajenos, y no maltratar al prójimo presumiendo de nuestras ventajas.

Fabula: El león y el delfín





Paseaba un león por una playa y vio a un delfín asomar su cabeza fuera del agua. Le propuso entonces una alianza:
- Nos conviene unirnos a ambos, siendo tu el rey de los animales del mar y yo el de los terrestres-- le dijo.

Aceptó gustoso el delfín. Y el león, quien desde hacía tiempo se hallaba en guerra contra un loro salvaje, llamó al defín a que le ayudara. Intentó el delfín salir del agua, mas no lo consiguió, por lo que el león lo acusó de traidor.

- ¡ No soy yo el culpable ni a quien debes acusar, sino a la Naturaleza - respondió el delfín -, porque ella es quien me hizo acuático y no me permite pasar
a la tierra !


MORALEJA
Cuando busques alianzas, fíjate que tus aliados estén en verdad capacitados de unirte a tí en lo pactado.